Lo que vi en Oz me dejó impactada. Al menos en lo que a formato de series en tele se refiere, no había visto tanta crudeza en la pantalla.
Claro, ahora sabemos que es ya normal que los productos de ficción nos sorprendan con tramas complejas, rudeza en el lenguaje usado y lo más crudo que te puedas imaginar tanto en trama como en estética. La gran ventaja del cable, en el fondo, es esa: no restringir el tipo de contenidos en lo que a drama se refiere, ampliando el rayado de cancha a lugares impensados hace tan poco como 15 años. ¿Y qué mejor partida que el contar las historias dentro de una cárcel de máxima seguridad? Oz comenzó lo que quedó cristalizado y eso siempre se agradecerá. Oz se atrevió a darle el puntapié inicial a una revolución en la ficción televisada que la sacó del sopor conservador en que se encontraba.
Oz va retratando con cierta fidelidad la crudeza y la miseria del sistema penitenciario gringo, sacando a relucir sobretodo la enorme diferencia racial a la hora de las sentencias y el trato en las cáceles gringas. Oz trata de ser una especie de espejo de esa realidad que no se muestra a diario.
Oz no le teme a ningún tema y los trata con una naturalidad que en un principio choca. Abusos, guerras raciales, drogas por doquier, violaciones, sodomía, conflictos étnicos y religiosos, corrupción política y administrativa, conflictos de visiones entre los mismos funcionarios de la prisión, y un largo etcétera que no vale la pena enumerar.......
" Solo hay que elijir el método que más le convenga para introducirse en el universo de Oz...!! "